Como no podía ser de otra forma, un nutrido grupo de Maldans hemos acudido al Memorial Onditz 2015, triatlón de distancia olímplica celebrado en Donosti.
Un día perfecto para la práctica del Triatlón. Buena temperatura, sin sol, con el mar bastante tranquilo, sin viento, todo perfecto. Comparándolo con el de hace justo un par de semanas de Zarautz, parece que nos hemos desplazado miles de kilómetros. Así es el tiempo en Euskadi !!!
Era la primera vez que acudía a un triatlón tan multitudinario y también la primera que me enfrentaba a la distancia olímpica, así que los nervios a flor de piel.
En esta edición, la número 30, se ha modificado el circuito de bici y el perfil asusta bastante. Rampas del 21 % y unas subidas considerables.
Más de 800 triatletas en la salida con muy buen ambiente y muchas ganas.
Pistoletazo de salida y ¡¡¡ a por ello !!!
Mucha gente, pequeños golpes por aquí y por allá (menos mal que las gafas iban por dentro del gorro, si no, las pierdo) y poco a poco se va haciendo el recorrido. Los cursos de natación y los metros acumulados se notan y mucho, así que salimos del agua bien, sin mareos, buen cuerpo, preparado para la bici.
Comienza la bici y tras un tramo inicial bastante llano, empiezan los primeros repechos. Iniclamente no parece que vaya a ser para tanto, pero poco a poco, la carretera empieza a ponerse cada vez más empinada.
Ya parece que vamos a superar el primer puerto y que estamos llegando a la cima y… va a ser que no, nuevas rampas del 18-21% aparecen en escena. Esto empieza a complicarse.
Seguimos subiendo, subiendo, herraduras, rampas, eso sí, en un paisaje precioso. Mucha gente en las cunetas parada y también muchos a pie. Está claro que este triatlón no es para debutar. Es serio y hay que estar preparado.
Por fin alcanzamos la cima y, hacia abajo, en un descenso muy bonito por una carretera estrecha y sin mucha visibilidad y lógicamente igual que la subida, con curvas cerradas. Así que, con tranquilidad, sin prisa pero sin pausa.
Un pequeño tramo de nuevo por buena carretera picando un poco hacia arriba y comienza la segunda subida, a Igeldo. Esta empieza algo más suave que la anterior, pero también pica… y mucho. Además las piernas ya vienen cargaditas.
No tiene los porcentajes de la primera subida, pero aún así es bastante duro también.
Comenzamos la bajada y veo una caída. Espero que se haya quedado en un susto, pero la verdad es que tenía un fuerte golpe con rozaduras, etc.
En esta bajada lo peor son los badenes y algunas zonas con muchos baches en los que te tiemblan los empastes, pero enseguida estamos de nuevo en Donosti.
Al entrar en boxes, después de haberme bajado en marcha y todo perfecto, me paso la bici y tengo que volver hacia atrás. Los nervios que me han jugado una mala pasada y un minutito perdido. La próxima estaremos más atentos.
Y por último, la carrera. Nada más empezar comienzan los calambres en gemelos, isquios y cuádriceps. Empiezo a pensar que el tramo de bici va a pasar factura….
Pero pasado el primer kilómetro, parece que los calambres van desapareciendo y me empiezo a tranquilizar. Cojo un ritmo cómodo y a correr.
El circuito son tres vueltas a un circuito paralelo a la concha plagado de público animando. A mí personalmente lo de las vueltas me parece duro psicológicamente. Prefiero un recorrido de ida y vuelta que las vueltas pero, supongo que para gustos están los colores. Lo que sí tiene bueno es que el público puede verte más veces y puedes ir animándo al resto del equipo cuando te cruza.
En la primera vuelta me cruzo con Hektor y en breve me alcanza. ¡¡¡Qué forma de correr!!! Sólo me queda intentar animarle y admirarle.
Y por fin entramos en meta. De nuevo prueba superada y ésta ha sido complicada., no tanto por la distancia sino más bien por el tramo ciclista. La ganadora de féminas, la australiana Charlotte McShane con 2:15 (curiosamente lo mismo que hizo Hektor, que quedó 1º en veteranos y 12º en la general, impresionante) ha declarado que ha sido el segmento más duro que ha realizado en su vida. Se ve que en Australia no existen rampas de este pelo.
Una vez terminado, reunión con todos los Maldan presentes. Un éxito para todos y buenas sensaciones de cara al tri de Vitoria, aunque alguno se acordó de las txuletillas y el vino de la noche anterior….
A por el siguiente, el Tri de Vitoria.

