Por fin, llegó el momento de debutar en el Tri de Zarautz. Llevaba mucho tiempo esperándolo, y el día había llegado.
Tenía muchas ganas de hacerlo, aunque nunca lo había ni siquiera visto, pero todo lo que leía, lo que me contaban mis compañeros Maldan que ya lo habían hecho, la dureza del sector de bici, el corte de natación (¿seré capaz de pasarlo?), y el hecho de ser uno de los triatlones más importantes hacía que me apeteciera mucho el reto.
Ya desde la inscripción es un triatlón especial. Ahí estaba yo el 13 de Febrero a las 9:50 de la mañana como un poseso dándole al botón de recargar, para ver si se abrían las inscripciones, aunque de fondo pensaba, ¿pero seguro que te quieres meter en esta embarcada? Como no lo tenía nada claro, me dije a mí mismo, inscríbete y ya no hay vuelta atrás. A las 10 se abrieron las inscripciones y, para dentro. Ha habido suerte. Si hay algo en lo que hay que ser bueno en este triatlón, ya de entrada, es el manejo del ordenador. Como seas un poco manazas, te quedas fuera. Bueno, el primer paso ya estaba dado. Ahora sólo quedaba entrenar.
Y entrenar, he entrenado más que nunca. Era tal el “canguelo” que me daba este tri, que me dije, hay que tomárselo en serio, porque si no, no lo vas a conseguir.
Y por fin, día 11 de Junio, el día D. Salida a las 2:15 de la tarde. ¿Pero qué horas son esas? ¿No será mejor hacerlo a primera hora de la mañana? Bueno, por lo menos es sábado y así puedo descansar el domingo.Pues una vez vivido, tengo que reconocer que creo que la hora es un acierto. Te da tiempo a vivirlo durante más tiempo. Llegas a la mañana, recoges el dorsal, tomas algo, puedes comer con tus compañeros, no entran prisas, si por lo que sea te falta algo tienes tiempo de reacción… , en fin, que lo que pensaba que era un problema realmente creo que es un acierto.
El día, espectacular. Poco viento, una temperatura muy agradable, mar en calma, unas nubes que no dejaban pasar el sol… vamos, un 10.
Antes de salir, contamos con la visita de Eneko y Ruth, también estuvimos con nuestro Coach, el gran Hektor, que nos dio unas recomendaciones de última hora.
Pistoletazo de salida y… ¡¡¡¡ a por ello !!!!. La natación se hace larga, pero con el mar tal y como estaba, una delicia hacer la travesía. Quitando los lógicos apelotonamientos iniciales, enseguida me hice un hueco y cogí mi ritmo.
Al salir del agua, miré el tiempo y, bien!!!!, pasaba el corte.
El pasillo de gente, impresionante. Todo eran ánimos, era muy difícil reconocer a alguien: entre el atontamiento con el que se sale del agua, que estás medio grogui, y la cantidad de gente, oyes voces, ánimos, pero no sabes muy bien de dónde vienen. Menos mal que los hooligans del equipo iban vestidos de rojo Maldan, y se les distingue bien, si no, imposible verlos.
Transición y comienza la bici. Aunque al ser de Euskadi, estoy acostumbrado a estos paisajes, pensaba en la gente que viene de fuera. Tienen que alucinar con los paisajes de esta zona. Mar, montaña, verde, bosque, hayedos, pinares, caseríos, … y todo ello en un recorrido rompepiernas, pero espectacular.
La salida de Zarautz hacia Meagas, cada subida que había en el trayecto, el paso por Zarautz en las 2 primeras vueltas y, por supuesto, la subida a Aia y sobre todo, la subida a Txurruka, impresionan. Verdaderos pasillos de gente animando que te dan una fuerza extra que, desde luego, viene muy bien y necesitas.
Y tras la bici, la carrera a pie. 3 vueltas a un circuito que transcurre entre el nuevo puente por la zona del campo de golf (ha quedado precioso), otra parte por un camino de tierra, todo el paseo de la playa y el paso por el centro del pueblo.
Si en la bici había gente animando, en el pueblo ya es espectacular.
En cada vuelta ves caras conocidas que no habías visto en la anterior vuelta. Un griterío, unos ánimos que son inenarrables. Mientras la zona más alejada de la carrera a pie se hacía larga y eras consciente del sufrimiento, en el centro del pueblo, con todos los ánimos, se te olvidaba por completo toda la carga que llevabas en las piernas.
Y por último, la entrada en meta como culminación y la satisfacción de haberlo terminado. Y nada más entrar pregunto, ¿quién ha ganado? Eneko, su 11 txapela. Enhorabuena Txapeldun !!!!
Desde luego, es un triatlón muy, muy especial. Para mí, sin duda, el que más me ha motivado y gustado hasta la fecha. Y eso que el de Vitoria me encanta también, pero Zarautz…., tiene un plus.
Agradecer enormemente a todos los que me estuvieron dando ánimos, sobre todo a mi familia y a los hooligans Maldan, que siempre están ahí.
El único “pero” que puedo poner al día, es que un par de Maldan no pasaron el corte de natación y no pudieron vivir lo que yo, pero estoy seguro de que volverán a intentarlo con éxito.

